Fran NezbiaN
Subimos y bajamos,
vagamos entre laberintos de ansiedad,
nos estrangulamos…
Hoy quiero el control de lo intangible,
descubrir el rostro de la mentira y mirarle a los ojos.
Hablo de una mentira que habita en vosotros
y en mí…
Pero mi cansada conciencia no me suelta al vacío,
lucha junto a mis principios en contra
de mi propio egoísmo.
Me deslizo en cascadas de niebla
que nublan el rostro de mis enemigos.
Acaba de amanecer,
la hierba roza mis tobillos,
me recuerda viejos senderos,
y lo que queda por ser recorrido.
Me hallo perdido en un laberinto de deshonra,
con poca luz y muchas trampas,
con poca fe y escasa esperanza,
buscando la motivación entre mis sombras.
El tiempo abre la puerta del redil,
me recuerda que el cansancio solo se cura con cojones,
mirando el presente con los ojos del amanecer,
y salvar estas ruinas de la desazón.
Salvo las colinas de mi viaje,
con nuevas cicatrices.
Esta noche la verdad es mentira,
y este llanto amargo
son las penas de este poeta
meditabundo y solitario.
Subimos y bajamos…