Dios en el Banquillo de los Acusados:

Durante siglos el ser humano ha asociado la justicia con lo divino, en búsqueda de dotar a ésta de una mayor legitimidad. Sin embargo, la soberbia humana (como la ignorancia) no encuentra límites en su apología llegando a absurdos como que fuese el ser humano quien impartiera su justicia sobre Dios.