Este es el último artículo de esta serie, en el primero hablamos a cerca de la creación de un Ejército de la UE, en el segundo concretamos este supuesto y en este tercero hablaremos de otras necesidades de defensa de gran importancia.
Las necesidades de defensa común de la UE se encuentran a día de hoy dirigidas por la OTAN, sin embargo en un futuro esta labor debería ser llevada a cabo por la propia Unión. En mi opinión los puntos fundamentales ya fueron identificados y están siendo trabajados por la OTAN, por tanto el objetivo de la UE debería ser profundizar en estos puntos.
Estos son esencialmente tres:
1.- Coordinación: capacidad de los altos mandos de los distintos ejércitos para actuar de forma armónica.
2.- Interoperabilidad: capacidad por un lado material y por otro humano de trabajar unas fuerzas armadas con otras; en el fondo supone llevar al plano operativo la coordinación.
3.- Estandarización y homogeneización del material: necesario por cuestiones de disponibilidad operativa, logística e interoperabilidad material.
En esencia todos estos elementos parten de una piedra angular, que es la comunicación, y esta solo se puede llevar a cabo a través de una lengua y dentro de esta un argot unificado. En este papel es esencial el dominio del inglés en la mayor medida posible en la absoluta totalidad de los ejércitos.
Esto nos otorga las bases para la coordinación. En el arma aérea y naval este elemento se encuentra ampliamente desarrollado, aun que en el arma terrestre no lo está completamente, por tanto convendrá incidir sobre esta.
En cuanto a la interoperabilidad supone la capacidad de soldados de diferentes ejércitos de actuar en el propio entorno operacional de forma conjunta, ello requiere además cierta interoperabilidad del material, es decir que material de un ejército pueda ser usado por tropas de otro.
Por tanto llegamos al último punto, la homogeneización del material, es este el punto menos desarrollado hasta ahora. A día de hoy solo existe estandarización del material en cuanto a ciertas municiones y calibres, pero sobretodo en los vehículos militares existe una diversidad colosal que no hace si no dificultar la interoperabilidad.
Baste mencionar que en Europa solo en cuanto a carros de combate existen más de 7 diferentes, con las complicaciones que ello supone para los abastecimientos. Recordemos también que aviones de unos países no pueden aterrizar en los portaaviones de otros.
En resumen, hay que mejorar en la coordinación sobretodo en la rama terrestre, fomentar en mucha mayor medida la interoperabilidad y enfrentar el grandísimo reto de estandarizar el material.
Yago Rodríguez Rodríguez
