«Fuga de acordes»

María Sanz Perdiguero

Podría ser la conclusión sobre el concierto del pasado 16 de noviembre en la Sala Andén. Y es que el grupo La Fuga hizo llenar como nunca la Sala, esa fría noche de sábado bajo la luna, aunque la ésta, ya la traían ellos.

El grupo dedicaba unas palabras al publico llegando a mitad de la noche: “bueno Burgos, generalmente aquí solemos contar como vivimos nosotros todo lo que nos está pasando, todo lo que está pasando en el país pero detrás de todos los acontecimientos no nos apetece decir nada y que cada uno, haga el amor”…”nos están tomando el pelo” y así, al pie de la letra, hizo el grupo y todo el publico que quiso seguirles. Por que esa noche no era para ´marear la perdiz´, era para despejarse y desconectar de lo que nos repiten todos los días; y esta sensación dejaban las palabras del grupo tras los temas de los molinos, trampas de sol, será, maldita, en vela, o majareta con letras entre sus renglones como las clásicas frases de “libros de lluvia han inundado la habitación donde aprendiste a ser feliz” (en vela) o “prohibido mirar el reloj” (majareta), y efectivamente, en esa sala mucha gente dejó que la música de este grupo inundara esa Sala Andén 56, se olvidó de mirar el reloj y recodó lo que era disfrutar. Por que no eran pocas las personas que no quisieron perderse eso ya que a las 22:20 se veía una cola aún a las puertas de la sala.

Y entre otros temas como lunes en el olvido, maldita, pedazo de morón, la marea, la balada del despertador y camarote, todos seguían montados en este barco que en algún que otro momento, acercándose al final sobre las 00:35h todo el público bailaba y con la mano levantada se envolvían al movimiento de balada, que no era lunes de olvido, porque fue sábado de recordar, pero efectivamente era cuestión de prioridades y el grupo fueron los primeros en priorizar a los que se lo merecían, no dedicaron palabras a políticos, sino a la gente del público, a la gente que organizó todo ese concierto, entre ellos a todos los componentes del grupo y del anterior, de los compañeros de ´Vaquero´.

Y entre pedazo de morón, la marea, mi perdición, sueños de papel, jaleo, amor de contenedor o heroína, llegaba a su final el concierto de sábado noche pero el caso es que, con una canción o con otra, de la mano de La Fuga y Vaquero, en esa sala Anden 56 se volvió a vivir la chispa de la música, la chispa del idioma universal.

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