Fran NezbiaN.
Escucho el sonido de la ciudad,
sentado frente a la catedral.
mi casa me añora.
Suenan unas campanas al fondo,
dan las 23 en invierno,
mi casa me añora.
Estoy encorvado en un banco
con el tiempo a oscuras,
el frío que me hiela el pecho
a estas alturas,
recitándole al movil
la muerte de otro poeta.
Adolescentes me cruzan
con botellas,
oscuras sendas,
viejos amigos.
A muerto otra poeta.
Sigo esperando al destino
en cada calle,
cada esquina.
La esperanza no se pierde
pero queda abierta la herida
Escucho su voz
en sus palabras
en un ritmo, recitadas.
Escucho sus pasos de tacón
y son versos,
pero las risas ahora son huecas,
la vida es sorda,
y las palabras que vivirán
por siempre,
como trozos
de una historia interrumpida.
Ha muerto otra poeta.
Camino por el callejón
huyendo de la incoherencia.
Veintiséis, casi en primavera.
Suenan campanas en la noche.
Ha muerto otra poeta.