Si hay una verdad contundente en los tiempos confusos que corren es que el encontrar trabajo ya no nos garantiza el salir de la pobreza. Lo que esto genera es que la desigualdad se consolida y aparece uno de los grandes temores: ¿qué contexto social nos dejará la crisis una vez amaine?
España, tal y como denunció la Organización Internacional de Trabajadores (OIT) es el país desarrollado en el que más ha aumentado la desigualdad salarial con la crisis. La caída más atroz del poder adquisitivo ha sido la del 43% para los asalariados más humildes. A nivel global, sin embargo, el INE apunta a que en los últimos años el coste laboral sólo ha descendido un punto, pero la percepción es mucho mayor dado que:
Inflación durante este período ha sido de un 5%.
El notable incremento de la carga impositiva.
Por todo ello la renta disponible se desploma. Hay quien diría que queda en manos de la Negociación Colectiva recuperar lo perdido, sin embargo las sucesivas reformas del Estatuto de los Trabajadores han ido haciendo que ésta pierda su papel en pos de la Ultractividad, si no hay consenso en un determinado período de tiempo, se aplicará la normativa superior, lo que implica la pérdida de derechos adquiridos y un claro desequilibrio en el poder de negociación. Este languidecimiento no sólo se debe a la crisis, sino también a las políticas de los distintos gobiernos.
La OCDE (órgano poco sospechoso de peligroso bolchevique) afirma que más contracción salarial será contraproducente. España ha sido el cuarto país de la OCDE en el que se ha registrado un mayor ajuste salarial y ha sido en el que más ha aumentado la desigualdad.
Asistimos a la desaparición de la clase media en todo el sur de Europa. La obsesión por una competitividad cimentada en la reducción de salarios nos convierte poco a poco en un país con una estructura social propia del tercer mundo. Un país serio, en el que se pensara en el largo plazo tendería a buscar la competitividad donde la encuentra el norte de Europa: en el I+D y en la reducción del coste de la Energía. Aquí se recorta en investigación y desarrollo, se expulsa de nuestras fronteras a los jóvenes cualificados y la luz se ha encarecido más de un 50% desde el comienzo de la Crisis… Esto es España.