Ana Cuesta.
Siempre empiezo igual
Que no sé
No sé que demonios hacer con mi pelo
No sé cómo trabajar sin sacar mis dedos de los libros
No sé porque me meto en todos los enredos si yo nunca he sido cuerda.
No sé que hacer cuando acabe y tenga que volver a empezar
Me da miedo estar sola y a veces lo necesito tanto que yo misma me lo busco, el estar encerrada en un país que no es el mío, con la manta tapándome hasta las pestañas y totalmente aislada
Rodeada de gente y sintiéndome una imposición.
Creo que nunca había estado tanto tiempo conmigo misma
Hablándome, llorándome, gritándome…
Y es que, eso de que el silencio es el grito más fuerte y que siempre habrá poesía parece una absurdez pero os prometo que para mí nunca había tenido tanto sentido ni tanto ruido
Creo que ya no escribo porque se ha puesto de moda que los que estamos un poco perturbados o somos demasiado sensibles lloremos tinta.
Y que me impongan algo es una de las cosas que más repulsión me provocan.
JODER, que este era mi refugio, el lugar al que venir cuando todo iba como el culo
Y ahora hasta en las puertas de los baños hay poesía no me jodas.
Ahora incluso tenemos que medir nuestras palabras porque no nos dan caracteres suficientes
Estamos haciendo con las letras lo mismo que con nuestros cuerpos, cortarnos la lengua.
Y no teneis ni idea de lo mucho que me echaba de menos entre líneas, ni escuchar a Yiruma y recordar que hace dos años tuve un hijo con tapas blandas y lo llame hogar y no es más que el vertedero más grande de mi vida, porque nació gracias a un hijo de puta que sigue sin saldar sus cuentas y yo sigo recordándolo como mi Mesías.
Y ahora que estoy enamorada
De mí
De mis tachones
De mi alma gemela
De mis siete vidas
De mis tatuajes y de mi mundo
Puedo decir que no me arrepiento de nada, que me he caído y me he levantado y que 20 años después estoy teniendo claras muchas cosas más.
Prometo, bebo, fumo y reniego como diría Frida, pero también sé que no sabiendo es como mejor se aprende, como mejor se escribe y como mejor se vive.
Ojalá que todas vuestras vidas empiecen con un no sé
Porque acabaréis sabiendo y seréis felices.