Miguel Varona
Da igual lo que te duela, lo que te rompa, lo que te estrangule el sentimiento, que va a seguir el susurro del viento, no se pondrá en huelga el sol, la luna guardará su luminosidad, aunque ahora te parezca arrogante e innecesaria. Aunque se produzca un seísmo de sensaciones en tus adentros, aunque el volcán de tu calma esté en permanente erupción, aunque tu impaciencia no cese, seguirán cantando sonatas las aves vespertinas, seguirán los ojos de cristal de las personas como si todo estuviera bien, como si no hubiera mil motivos para gritar, para no conformarse, para desdibujar lo establecido, para pensar horizontes más luminosos. Aunque la tormenta de tu psique siga con precipitaciones a diario , y con truenos de inquietud constante, aunque la rabia sacuda tu pecho, no se detendrá la rutina, ni el eterno retorno del reloj