Diego García
Es curioso encontrar un artículo hablando ya de la Navidad en pleno mes de Noviembre, pero considero necesario hacer pública una reflexión que todos y todas nos hemos hecho en las últimas semanas, sobre todo desde el paso del día de difuntos:
Digo que es curioso ya que hace pocos días que dejaron de sonar los gritos y sustos de Halloween por calles y tiendas decoradas con sus respectivos adornos, para dar paso a los belenes, árboles de navidad, luces de colores, etc. Esta extraña sensación se ha incrementado por el más que sonado «Black Friday» que ha pasado de durar tan solo un día, a ocupar toda una semana.
Recuerdo, semanas atrás, ir en pleno Halloween a buscar algunos dulces que comprar, cuando nos topamos con los centros comerciales repletos de luces de Navidad aún por encender. Parecía que se estaba librando una dura lucha entre las calabazas de Halloween y las figuritas de Papá Noel.
Cada año se adelantan más las fechas navideñas, y parece que es por el miedo que tienen los comerciantes -sobre todo de juguetes- de perder clientela. Todavía me veo en años futuros, celebrando el Gordo de la Lotería en Agosto mientras, a finales de septiembre, nos tomamos las uvas rodeados de las primeras hojas secas tocando el suelo.
¿Dónde ha quedado aquella ilusión que nos transmitían nuestros padres la noche de Navidad, cuando esperábamos impacientes nuestros regalos? ¿Dónde se perdió la ilusión que nos causaban dichos juguetes antiguos a los que tanto queríamos? ¿Qué ha sido de toda la magia de estas fechas? La vendieron ya los centros comerciales, y no les quedó nada en Stock.