Eduardo Vargas.
Para entender el Principio de Ondas desarrollado por Ralph N. Elliott, se debe ir más allá que el visualizar el conteo de ondas (1-2-3-4-5-A-B-C-X-Y-Z) que el lector podrá ver publicado en cientos de miles de gráficos y sitios dispersos a través de internet, o de redes sociales; también es más que dibujar canales, triángulos, diagonales, o incluso, trazar niveles de Fibonacci. El objetivo de esta serie de artículos es mostrar lo que R.N. Elliott plasmó con el desarrollo del Principio de Ondas y otras obras complementarias, las que hasta la actualidad no cuentan con una traducción en la lengua hispana.
En primer lugar, debemos comprender que todo en el universo está gobernado por una ley y que sin esta ley habría caos. Las ciencias, artes, tecnologías, la naturaleza humana, etc., todo está gobernado por una ley. Esta ley constituye un orden por sí misma, y en tal sentido, se repite una y otra vez, al ser conocido por nosotros, se puede predecir sólo si conocemos la ley.
En segundo lugar, aunque no conozcamos la causa principal de un fenómeno, por observación podemos predecir la recurrencia de un evento, por ejemplo: cuánto tardará el próximo autobús en pasar, en cuánto tiempo más será verano, cuándo será la próxima noche de Luna llena, y así sucesivamente; aunque no se comprendan las causas subyacentes, por observación y repetición, se puede predecir un evento.
Elliott señala que una investigación muy extensa relacionada con las actividades humanas, ha indicado que prácticamente todos los desarrollos que resultan de nuestros procesos socio-económicos siguen una ley que los hace repetir en series semejantes y constantemente recurrentes de ondas o número de impulsos y que cuentan con un patrón definido. También indica que en su intensidad, estas ondas o «impulsos» tienen una relación constante entre sí y con el paso del tiempo. Es por esta razón que se ha buscado aplicar esta idea en el mercado financiero.
Elliott ha considerado el comportamiento de los mercados financieros por dos razones:
- No existe otro campo en que se hayan realizado tantos esfuerzos y destinado tantos recursos en realizar predicciones (o pronósticos) y con tan pocos resultados. Estos esfuerzos han sido liderado principalmente por instituciones de inversión que han destinado millones de dólares en investigación de los mercados.
- Es el impulso común a la actividad socio-económica en donde existe un gran beneficio proveniente de un correcto pronóstico del mercado. Incluso habiendo inversionistas que tuvieron un «golpe de suerte» en algunos pronósticos en mercados específicos, esta suerte fue fugaz.
En consecuencia, aunque se le ha prestado demasiada atención al mercado, el éxito en los pronósticos ha sido fortuito y no porque los operadores, o inversionistas, hayan logrado comprender hasta qué punto el mercado es un fenómeno «psicológico» en donde existe una regularidad en los movimientos de los precios sujetos a ritmos, o una secuencia ordenada.
Al igual que otras cosas en el universo, el mercado también tiene su ley. Sin una ley que sea subyacente al mercado, no existiría un nivel en que el precio actúe, sino que sería una serie de fluctuaciones desordenadas y confusas sin un orden aparente. En resumen, el mercado es una creación humana, y como tal, responde al comportamiento humano.
El Principio de Onda es un fenómeno que siempre ha existido y ha funcionado en cada actividad humana. Las ondas de diferentes grados ocurren con o sin la presencia de un mecanismo particular. Cuando este mecanismo descrito está presente, los patrones de ondas están perfectamente visibles para el ojo experto.
El registro de rango diario del mercado de acciones fue iniciado en 1928 y el registro horario en 1932. Esto es necesario para observar las ondas «Minor» y «Minute», especialmente en mercados volátiles.
El Principio de Ondas no requiere confirmación por otros índices, sino que cada índice promedio, índice sectorial, acción, o cualquier actividad humana, se confirma por sus propias ondas. Finalmente, Elliott señala que «aunque el comportamiento de las ondas está profundamente estudiado, su aplicación está en su infancia».
LECTURAS SUGERIDAS:
- Elliott, R.N., (1938). The Wave Principle. Re-publicado por Prechter, R., (1990). The Major Works of R.N. Elliott. 2a Edición. Georgia: New Classics Library, Inc.
Disclaimer: Este artículo tiene fines educacionales. El material original cuenta con derechos de autor los que están referenciados en la sección Lecturas Sugeridas.
Las inversiones con productos apalancados no son recomendados para todo tipo de inversionistas. Los ejemplos descritos no representan una recomendación de inversión.