El autor madrileño muere los 70 años, tras estar un mes en coma inducido causado por una neumonía, según declaran fuentes cercanas de su familia.
Insólita pluma
De personalidad versátil, vertiginosa y visceral, como lo fueron sus textos. Una insólita pluma que deslumbró a toda una generación de lectores, Javier Marías. Sus novelas y ensayos forjaron una carrera que muchos de sus compañeros de profesión admiraban. Hoy sus grandes amistades y colegas lamentan su pérdida. Obras como Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí o Tu rostro mañana le valieron para adquirir un nombre entre el olimpo literario español.
Nacido en el seno de una larga estirpe de académicos y de artistas dedicados a las letras y al cine, Estaba abocado a acabar en el mundo de las letras. Su padre fue el famoso filósofo Julián Marías, discípulo de Ortega, y su madre Dolores Franco Manera, conocida profesora y escritora. Nació en el barrio de Chamberí, en Madrid, siendo el cuarto de cinco hijos. Creció siempre rodeado de guiones y traducciones, lo que influyó en su vena cinéfila. Tuvo un estreno temprano en la literatura, a los 19 años estrenaría su primera novela, Los Dominios del Lobo, en 1970.
Un grande de las letras españolas
Combinó la escritura con la enseñanza, llegando a impartir en universidades tan prestigiosas como la de Oxford. Corazón tan blanco le sitúa como un grande de las letras españolas pero la obra que le consagró fue su trilogía Tu rostro mañana, un acercamiento a la Guerra Civil que fue concebida como una novela al principio.
Escritor de carácter, era polémico y cascarrabias. No se cortaba en su artículos periodísticos, si tenía que dar su opinión la daba. Era tajante y muy crítico con la sociedad actual: «vivimos en una época de famosos imbéciles» y vivía con el desdén y el cinismo de que nada iba a cambiar.
Consiguió muchos premios a lo largo de su trayectoria, sin embargo el Nobel, del que fue candidato, fue uno de los pocos que se le escapó. «Que Javier Marías haya muerto sin el premio Nobel le quita mucha categoría al Nobel» declaraba su gran amigo Pérez-Reverte.
«Los muertos, a falta de un lugar más confortable, se quedan en la cabeza de los seres queridos». reza una de las citas de Marías. Su memoria y su legado quedan ahora entre palabras y renglones, al alcance de cualquier lector que lea sus obras.