Hoy tenemos como invitada en El Universitario de Burgos a la escritora madrileña Aisling Gilmore, ¡muchas gracias por haber aceptado esta entrevista! Es un placer tenerte aquí con nosotros.
A: Gracias a vosotros por abrir esa ventana para mí y darme voz. El placer es todo mío.
¿Qué tal? ¿Cómo estás viviendo toda la publicación de Hijas de la Peste?
A: Estoy muy bien. Es curioso porque me había preguntado muchas veces cómo me sentiría cuando llegase este momento y la realidad está superando la ficción. Supongo que eso es lo que sucede cuando estás cumpliendo un sueño, y aunque me gusta decirme a mí misma que aún no lo he cumplido, que solo he empezado a soñar, estos días me estoy permitiendo caminar por las nubes y estoy saboreando cada momento como si no fuera a volver a suceder. De hecho, veo mi casa llena de ejemplares ¡Y aún veo extraño que esos libros los haya escrito yo!
¿Está ha sido tu primera novela? ¿Cómo ha sido el proceso de elaboración y publicación? ¿Qué es lo que más has disfrutado?
A: Si bien es cierto que tengo varias historias y relatos guardados en mi cajón, Hijas de la Peste es la historia que siempre consideré como mi carta de presentación en el mundo literario, aquella que yo quería que fuera mi primera novela, y así ha sido. Es una historia que nació hace muchísimo tiempo, unos diez años, pero me dio miedo no estar preparada para darle forma como se merecía, así que la guardé, me centré en mis estudios, investigué y, lo más importante, viví experiencias que me ayudarían a desarrollar tramas y personajes reales y auténticos. Entonces, cuando consideré que estaba preparada para darle forma, empecé a crear. Fue un proceso muy largo porque compaginar la tarea del escritor con la vida de adulta independizada no es fácil, pero el resultado creo que ha merecido la pena.
A: Y lo gracioso es que, en el momento que pones el punto y final, crees que ha acabado todo. Ay, amigos, va a ser que no. ¡Hay que corregirla! ¡Hay que conseguir que una editorial la quiera! Tengo que admitir que tras unos cuantos rechazos me hundí hasta tal punto, que había decidido reescribir la historia de cero cuando Valhalla me llamó. ¡Fue un shock! Llevaba semanas analizando la novela, viendo aspectos que para mí funcionaban pero que quizá a las editoriales no les gustaba. Pero mi editorial vio el potencial que yo veía y finalmente ambos tomamos la decisión de trabajar juntos.
A: Estoy segura de que muchos escritores dicen que es un placer ir viendo como la novela va tomando forma, el diseño de la portada, la maquetación… Y estoy de acuerdo, pero yo soy adicta a las mariposas que me bailan en la tripa cuando me dejo llevar y la escena que estoy escribiendo está quedando perfecta, cuando la emoción que quieres transmitir aparece multiplicada hasta el punto de erizarte la piel. Ese día, cuando dejas de escribir piensas “wow, eso ha sido intenso, mágico y maravilloso”. Para mí, lo mejor de publicar una novela será siempre escribirla, es mi pasión.
¿Qué nos puedes contar de esta novela tan interesante?
A: Cuando Hijas de la Peste surgió en mi cabeza de una forma más específica, tenía muy claro que quería que fuera una llamada a la empatía. Os voy a contar una anécdota que hizo que agarrara el ordenador y decidiera que ya era hora de escribir. Estaba con un amigo viendo el comienzo de la serie “El Cuento de la Criada”. Recuerdo una escena en la que a June le prohíben usar su cuenta del banco si no es con la autorización de su marido. Yo miré a mi amigo y le pregunté: “¿No te parece frustrante?” y su respuesta fue: “Entiendo que está mal, y me da pena por ella, pero yo no soy mujer. En ese mundo, a mi no me pasaría”. Entonces mi cabeza hizo click. Si historias crudas como la de June no ayudan a que se nos trate como a iguales, yo os mostraré un lugar dónde vosotros perdéis la batalla. Hijas de la Peste es una distopía llena de intriga, de oscuridad, disfrazada de un mundo perfecto, iluminado por dos diosas cubiertas de flores. Es muy fácil de leer, pero encontrarás reflexiones profundas y mucha crítica. Es una novela que nos sitúa en un futuro lejano, en un reino llamado Ruby. Las ciudadanas de ese reino viven en paz gracias a que las primeras reinas expulsaron a las bestias, unos monstruos que se alimentaban de las mujeres. Olivia será la encargada de darnos la bienvenida al reino y, junto a ella, nos adentraremos en una historia completamente diferente a la que le habían contado. Es una novela de ciencia ficción verosímil que comienza siendo luz cálida y sin darte cuenta todo se va volviendo más y más frío.
El mes pasado entrevistamos a Mº Silvia Eguíluz, una compañera tuya de Valhalla Ediciones, ¿cómo ha sido trabajar con esta editorial?
Yo me considero afortunada porque conocía la experiencia de varios autores que habían publicado con ellos y estaban contentos, así que a la hora de lanzarme a la piscina y unirme a la editorial, no tuve demasiadas dudas. Eso fue un alivio porque cuando empiezas en este mundo, tienes mucho miedo de que tu novela no sea bien tratada o de que acabe cayendo en las manos equivocadas. Pero con Valhalla ese no ha sido el caso. Es una editorial pequeña, pero son muy profesionales en su trabajo. Siempre tratan tu novela con cariño y ponen todo su esfuerzo para que el resultado sea inmejorable. Si volviera atrás, volvería a darle el sí sin dudarlo. No puedo evitar hacer una mención especial a Francesc, mi editor, por la paciencia que ha tenido conmigo a la hora de diseñar y maquetar la novela. A veces mi cabeza tiene unas ideas un poco chungas, y mi nula capacidad para dibujar hace imposible reflejar dichas ideas con soltura, pero él ha sabido reflejar la esencia del libro a la perfección, consiguiendo que sea elegante y llamativo a partes iguales.
¿Tienes alguna inspiración literaria? ¿Cuál es el género que más te gusta leer?
A: A lo largo de estos años he tratado de coger pedacitos de cada libro que he leído y utilizarlos para aprender. Para Hijas de la Peste en concreto, debo mencionar como fuente de inspiración novelas como Jane Eyre, El Papel Pintado de Amarillo o, por supuesto, El Cuento de la Criada, aunque también puedo ver cosas de otras novelas como Despierta de Beth Revis o Los Juegos del Hambre.
A: Sinceramente, me considero una lectora Frankenstein, ya que disfruto de una variedad infinita de géneros y no me identifico como lectora oficial de ninguno a la vez. Creo que mi sagrada trinidad está formada por la fantasía, la ciencia ficción y la romántica, pero voy cambiando dependiendo de la época. Soy muy fan de Agatha Christie, y la novela El Psicoanalista no me dejó dormir hasta que la terminé. Cuando estudiaba, me pasaba el día en la biblioteca leyendo cuentos de Edgar Allan Poe para evitar sentarme a estudiar de verdad.
A: Me encanta la fantasía, pero no termino de pillarle el gusto a la denominada High Fantasy como la que escribe Sanderson, que ahora está tan de moda, pero a la vez estoy obsesionada con Sarah J. Mass. La ciencia ficción también me gusta mucho, pero con cierto toque de verosimilitud como encontramos en las distopías. A: En ocasiones la novela romántica se me queda corta, pero en verano tumbada en la piscina no me imagino leyendo otra cosa. Lo que sí puedo decir es que es muy raro que un libro me guste si no tiene una historia de amor potente. Hay excepciones, como en todo, pero si un libro tiene un romance intenso, allá que voy.
¿Tienes nuevos proyectos rondando por tu mente?
A: Actualmente estoy terminando el manuscrito de la segunda parte de Hijas de la Peste, que espero poder publicar en un futuro cercano. Además, tengo entre manos una novela romántica que creo honestamente que es el tipo de novela que el género llevaba esperando mucho tiempo.
¿Cómo es Aisling Gilmore más allá de la literatura?
A: Dejando de lado los libros, me considero una chica con gustos variables. Un día puedes encontrarme de fiesta dándolo todo con mis amigas y la semana siguiente no quiero saber nada del mundo y me refugio en mi casa viendo Las Chicas Gilmore, Gossip Girl o jugando al Animal Crossing con una taza de té matcha caliente. Lo que sí puedo decirte, y creo que mi pareja un día se irá a Portabaco (la isla del pacífico) para no volver debido a esto, es que Taylor Swift siempre suena en mi casa. Tengo la suerte de que mi cantante favorita tiene álbumes para cada estado emocional, pero si tengo un día raro, triste o nostálgico, The Fray es mi terapia.
A: El cine ha sido siempre una actividad que me apasiona. Si puedo, voy una vez a la semana, sobretodo en invierno. Me da igual la película, con palomitas, sin ellas, yo sola, con mi pareja, con mi padre, con amigos… ir al cine siempre es un buen plan.
A: Lo que tengo claro es que soy una chica muy sensible, quizás demasiado, por eso a veces necesito mi espacio sola para recargar pilas, aunque mis verdaderas amistades están siempre en el top 5 de mis prioridades. Odio el queso hasta el punto de tener su entrada en mi casa vetada. Excepto en la pizza, porque no sabe a nada. Cantar a pleno pulmón me ayuda a liberar el estrés y la tensión, y tiendo a ser demasiado exigente conmigo misma y con los míos. Es habitual encontrarme en alguna cafetería escribiendo a media tarde y, aunque soy muy tímida para iniciar una conversación, me encanta conocer gente nueva. En el momento en el que alguien me dice “hola”, esa persona ya es una más en mi círculo. Así que, si me ves, ¡No dudes en saludar!
¿Cómo recomendarías a nuestros lectores Hijas de la Peste?
A: Siempre digo que Hijas de la Peste es una historia destinada a cualquiera que le guste leer historias llenas de emoción, intriga, romance y aventura. A pesar de situarse dentro del género Joven Adulto, la vas a disfrutar tengas la edad que tengas. Es una historia que comienza haciéndote la promesa de un final épico que no te esperas. Y tiene muchas sorpresas en su interior. ¿Alguna vez has leído una novela protagonizada únicamente por mujeres? Es fácil caer en el pensamiento de que por ello, hay cosas que van a faltar en la trama. Sin embargo, nadie se lo ha preguntado mientras leía la Comunidad del Anillo, en la que sus protagonistas son hombres exclusivamente. Darle la oportunidad a una historia como esta implica abrir la puerta a un nuevo mundo. Porque sí, está protagonizada solo por mujeres, pero está escrita para todos. Y cuando la leáis, lo entenderéis. Es una idea nueva, fresca, con una historia que probablemente no hayas visto antes.
